La Nave, barcos y navíos

El hombre comenzó a construir barcos y a emprender viajes por el mar motivado por dos distintos impulsos: la emigración, o sea, el deseo de encontrar tierras mejores donde instalarse y el impulso de comercializar productos. Ambas actividades provocaron conflictos y, por consiguiente, nació la necesidad de combatir en el mar. Los tipos fundamentales de barcos, en ese entonces fueron tres: los de transportar personas, los de transportar mercancías y los de guerra. Los primeros constructores de barcos fueron al parecer, los ingeniosos egipcios.

Se ha encontrado un pequeño modelo en piedra de un navío que data de hace casi 11,000 años, las naves egipcias eran de vela o de remo y se usaban principalmente para el transporte a lo largo del Nilo pesadas piedras y troncos que se utilizaban para la construcción de las pirámides.

Las primeras embarcaciones para navegar por mar fueron obra de los habitantes de Creta, ellos se dedicaban al comercio con muchos otros países de las costas del Mediterráneo. Los birremes y trirremes eran las embarcaciones griegas y romanas utilizadas para la guerra en la antigüedad. En la Edad Media los vikingos construyeron un barco mucho más fuerte y sólido, el drakar, adaptado no solo al combate, también a los larguísimos viajes de exploración y conquista.       Al parecer las embarcaciones han pasado de depender de la fuerza del ser humano con los remos, a aprovechar el viento con la vela, mas tarde se empleó el vapor y ahora con el diesel los barcos son mucho más grandes, rápidos y poderosos, hechos de fibra de vidrio, metal, incluso hormigón, además de que actualmente los barcos usan modernos sistemas de comunicaciones, que van desde localizadores satelitales que reportan su posición en tiempo real, hasta tener una conexión de voz, data o fax y correo electrónico.